Entrando en el tumulto vacío donde están y no existen, compartiendo dimensiones paralelas que todos utilizan y nadie sabe cuán infinitas son, digo hola y hace eco. A veces pienso que al estar despierta duermo y que quizás el sueño es el mundo real. Es que en la vida de mis sueños, suceden cosas maravillosas, inexplicables y es que me gusta lo difícil de concebir. No es que la vida cotidiana sea sencilla, falta de sustancia o normal, no. Pero le falta algo y ese algo sé dónde está. Hubo un sueño en el que entre en el tranvía y al saludar todos dijeeon ¡Hola, qué tal!